A la Deriva

Nunca pensé que escribiría sobre política en este blog, porque ya es un tema tan manido, tan pisoteado y que además genera una crispación tal, que mi última intención sería incrementarla. Pero no puedo, no debo, moralmente ya hay algo que me impide callarme, y es que hoy como nunca me pasó antes, me duele España y la degeneración a la que hemos llegado. No puedo quedarme callada como si no pasara nada o esperar a que los acontecimientos cambien a fuerza de probar con una u otra política, intentando que al final suene la campana y al menos se estabilice esta situación. No podemos quedarnos callados sin más, pues sería un ejercicio de irresponsabilidad.

Como un barco sin rumbo vamos a la deriva, estamos en caída libre y casi ya sólo se puede esperar un milagro para poder enmendar esta situación, que por su cronicidad se está volviendo irreversible. Se habla de la argentinización de nuestra patria, y aun me pesa más teniendo un marido Argentino que no para de decirme: “Todo esto ya lo he vivido yo, así empezó la Argentina”.

Por primera vez en mi vida, veo el futuro con temor, casi con terror, no se trata de optimismo o pesimismo, sino de saber poner las cosas en su sitio. La situación de desempleo es peor que nunca, la economía se languidece sin parar, España deja de ser competitiva, damos una imagen de improvisación absoluta en el exterior, la justicia está en un estado lamentable, los valores por los suelos… pero lo peor, lo peor de toda esta dramática situación es que encima te pretendan vender los valores de una ideología.

En España hay mucha, mucha gente que sigue viendo a los de izquierda como los buenos, los promotores de la igualdad social, los derechos de los trabajadores, y a la derecha como los retrógrados más absolutos que solo buscan que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. Y esos son los valores que te vende la izquierda, que eso sí, lo hacen muy bien, pero con sus bolsillos bien repletos. Y claro son muchos los quieren subirse al barco de los buenos, porqué ¿cómo no van a estar a favor de la igualdad, de los derechos, de que vengan los inmigrantes a mi país, de que se fomente la libertad (para abortar, para casarte con alguien del mismo sexo, para hablar en catalán.. )?. Y el resto, los que se atreven a criticarlos son tachados de intransigentes, egoístas, antipatriotas...!Pero por favor que no me vendan más motos!! ¿Dónde está el espíritu crítico?, ¿Cómo se puede dejar la gente engañar de tal modo? Aquí ya no hay que hablar de ideologías, que además son falsas, hay que hablar de realidades, del estado al que han llevado a mi querido país. No sé si los otros lo harían mejor o no, pero eso ahora no importa, ya que son ellos los que nos gobiernan y a los que hay que pedir hoy por hoy responsabilidades.

Estoy harta y no alcanzo a entender como la sociedad está tan narcotizada, tan parada, como no se hace nada, como no se moviliza, como no reacciona, y es creo que a estas alturas nuestro sociedad, al igual que nuestros país y nuestros políticos están en caída libre. Si el patrón del barco no puede con él y los que hay dentro no se unen para reflotarlo seguiremos sin remedio a la deriva.