Todo lo que le contaría y no le contaría a mi Psicoanalista

febrero 17, 2010

Nuestros otros mundos

Querer lo que no se tiene es como añorar lo que nunca se hizo. Es sublimar una situación simplemente por el hecho de que no llego a ser acto y se quedo en potencia. ¿Qué habría pasado si en lugar de esto hubiera pasado aquello? Nunca lo sabremos pero siempre nos sentiremos atraídos por aquella posibilidad que no fue y la ensalzaremos y la añoraremos especialmente en los momentos en que nos sintamos tristes y decaídos con nuestra situación actual. Muchas veces vienen a mi mente imágenes de mi pasado y mi cerebro elucubra sobre como hubiera sido mi vida si… ¡Querer lo que no se tiene es como añorar lo nunca se hizo, pero en el futuro.

A veces pienso que existen mundos paralelos donde están teniendo lugar todas las experiencias que no elegí. Pero estos mundos no son accesibles para nosotros, al igual que nuestras vidas pasadas o nuestra vida tras la muerte... ¿quizás algunos sueños nos acercan a ellos?

4 comentarios:

Isa dijo...

me encantan tus divagaciones, Silvia... y ésta, en concreto, me fascina.. qué difícil es tomar decisiones. ¿Sabes que la 'libertad' de decisión está reñida en parte con la felicidad? ¿que por cada elección que hacemos en la vida siempre nos queda la amargura por aquello que no elgimos?
Me has inspirado mi próximo post... Gracias!!

Silvia dijo...

Gracias a ti Isa, me alegro mucho de que te haya gustado. Y Sí coincido totalmente contigo: a veces el poder elegir entre múltiples opciones nos crea un estado de ansiedad, por no saber si hemos hecho lo correcto, siendo además elección nuestra. Por eso hay veces que desearía que todo viniera un poco más dado, que todos los "elementos" se juntaran para que vieramos con claridad que eso es lo correcto.!!Ojalá tomemos buenas decisiones, o al menos que no pensemos demasiado sobre ellas.!!

Mary Shepperd dijo...

Yo los llamo "mis puntos pendientes". Además, es que, la vida, a veces, es como un boomerang, y te devuelve las oportunidades perdidas. Entonces, es cuando pensamos en lo que llamamos destino, si las cosas ocurren por azar, o la vida nos manda señales para que rectifiquemos, como una última oportunidad...nos planteamos entonces si hemos jugado bien, o por el contrario, nuestra elección nos estará pasando factura toda la vida en forma de añoranza por lo que nunca tuvimos.
Echar de menos lo que nunca fue, o nunca se ha tenido, es un sentimiento que existe, y corremos el peligro de idealizarlo. O quién sabe, quizá no. Por eso, acaba convirtiéndose en una condena perenne que nos acompañará siempre...a todos los desgraciados que nos da por pensar, como hasta las más insignificantes decisiones que tomemos pueden llevarnos a cambiar el rumbo y a dar un giro de 360º en nuestra vida.

Paco Pérez dijo...

Simplemente precioso....creo que me he enganchado a este blog...este fin de semana largo procuraré bebermelo en pequeños sorbos...